Los males que me acompañaban me siguen persiguiendo allá donde vaya, el mal no está en el exterior, no es ajeno a mi ser, soy yo la que incumple y deshace todo lo que se propone, a veces creo, o me parece vislumbra un matiz de cordura, que todo se arreglará y voy a cambiar, pero la incapacidad de mantener mi palabra me obliga a estar insatisfecha con mis hechos.
Mw encanta como escribes Elena