Ayer fue mi primer día trabajando en el taller, y fue maravilloso. Me sentí completa y realizada, era como si todo este tiempo, todo, me hubiese estado llevando hacia ese preciso intante en el que me volvía a encontrar la materia.
Tengo un poco de miedo porque no se si lo que puedo llegar a hacer va a valer la pena, si el resultado final va a tener movimiento y cabida. Pero bueno, como siempre digo, mientras camino hago, así que lo seguiré intentando mientras pueda.
Los hombres de traje tuneados.